^GA veces, en^D algunos días grise^Ems, cuando pienso estar pe^Crdido, cuando el mundo se me hund^Dió. ^CMe pregunto, si en verdad^G existe, si realmente eres mi a^Cmigo, si lo eres dónde es^Dtá.

Es ese,^G el momento c^Duando dudo, ^Em un momento de vací^Co y de fría oscurid^Dad. Cuando pien^Cso, si en verdad no exist^Ge mi vida sería ^Cvana como un libro sin fi^Dnal.

Pero u^Gna voz, siento s^Durgir dentro de mi ^Em que me devuelve toda mi ^Cfe, es la voz de Dios mi ^Damigo. Y es esa vo^Gz que con dulzur^Da me habla de paz ^Em la que me dice que Dios ^Cserá, siempre nuestro am^Digo.

Entonc^Ges, me cuentas q^Due estás perdido ^Em que no encuentras el cam^Cino, que te devuelva la ^Dfe. Y te d^Cices, que Dios está muy l^Gejos que no puedes acer^Ccarte quieres que se acerque E^Dl.

Ahor^Ga, que yo encon^Dtré de nuevo, ^Em al Señor que me gu^Cía y que me enseña a amar^D.

Yo te ^Cinvito a que intentes enc^Gontrarlo veras que no está tan l^Cejos y que El te espera y^Da.

Y tú t^Gambién vas a escuch^Dar la dulce v^Emoz que te hablará llena de ^Camor, es la voz de Dios t^Du amigo. Y es e^Gsa voz que con dulz^Dura te habla de ^Empaz la que te dice que Dios ^Cserá, siempre nuestro ^Damigo.