Joaquin Sabina - La canci

Cuatro got^Das, de alquitrán^A en la voz, siete n^Gotas, empap^Dadas de alcohol campan^Gadas en el f^Dondo del mar, carcaj^Aadas que me hicieron l^Dlorar... Con un l^Doro que blasf^Aema en latín, le hacen c^Goro los 'sult^Danes del swing' y una B^Gig band con un tro^Dmbón y bombin de N^Guev^Aa Orl^Bmeáns^G en mi fu^Bmneral. ^G Y ese t^Dango compadr^Aito del sur y un fand^Gango de gi^Dtano andaluz y un pi^Gano con dos co^Dpas de mas, y unas m^Aanos que lo sepan t^Docar. Oraci^Dones para g^Aente sin fe, Tentaci^Gones de vol^Dver a beber el vene^Gno que tus lab^Dios me dan, el obsc^Aeno beso de la ver^Ddad. La bal^Dada de la ca^Asada infiel, Demasi^Gadas cosas p^Dor aprender, el por^Gtero de la Pu^Derta del Sol, el car^Atero de tus ca^Drtas de amor, el prim^Gero en sacarte a bai^Dlar ^Aun va^Dls. El va^Gls de la tris^Dteza mas triste del m^Aundo, la be^Glleza que dilapi^Dde, la per^Geza de los vagab^Dundos, el rompeca^Abezas que no te^Drmine La pala^Dbra secreta, la m^Aano que planta vio^Gletas en el horm^Digón, la mald^Gita canción del v^Derano, la casa de c^Aitas de mi coraz^Don. Y el mil^Dagro del abece^Adario, la tor^Gtuga que rompe a vo^Dlar, la ter^Gnura de los dinos^Daurios, el anivers^Aario de la sol^Dedad. La litu^Drgia de las desp^Aedidas la bala perd^Gida que viene por ^Dmi, la nost^Galgia que amarga la hu^Dida, la banda son^Aora de lo que v^Diví. la banda son^Gora de ^Alo que v^Diví la banda son^Gora de ^Alo que v^Diví..............

La canc^Dión de los buenos b^Aorrachos que, de madru^Ggada, vuelven al ho^Dgar, la canc^Gión que atropella los ^Dtachos llenos de bas^Aura de la Ca^Dpital. La can^Dción que se canta al ^Aoído, la can^Gción que no quieres ^Doir, la can^Gtamos los malos ma^Dridos cuando, en el olv^Aido, pensamos en ^Dti La can^Dción de los buenos bo^Arrachos que, de madru^Ggada, vuelven al ho^Dgar, la canc^Gión que atropella los ^Dtachos llenos de bas^Aura de la Ca^Dpital. La can^Dción que se canta al ^Aoído, la can^Gción que no supe esc^Dribir, la can^Gtamos los malos ma^Dridos cuando, en el olv^Aido, pensamos en ^Dti