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ETodo es frágil: tu costumbre de Aamarme, mi fe, G#m F#mel silencio y la vBida que duerme en un vaEgón de tren. B C#m G#mTu contrato fugG#7az,
A memoria,
este hC#milo de voz, B Alas quimeras que sF#murcan estrechosA y este corazEón Aque persigue tu rBastro en la alfombra de la hEabitación.
A B C#m G#m A B No es tan frágil el trueno del fúsil, el temor a perderme tus dulces mañanas, tanto dolor. La memoria del banco, el aroma de aceite en el mar, las fronteras de acero para hombres, humo para el capital que regula espejismos
y ordena tu neEmcesidad.
EmYo soy frágil como un cristal F#si falta usted a esta cBmita, mi amor, si el canto se llena de olvEmido, si el recuerdo se Ava G#7 y ya no ríe conC#mmigo.
Quizá no sBeamos Ahéroes pero aBún seguimos vEivosB y en la criAsálida su Bvoz estallaErá.B Y no se quedarAá inBmóvil alC#m borde del cG#mamino y hará fuAturo su fuerBte fragilidEad.
Es tan frágil el abrazo del mundo y su paz, la promesa desde la tribuna y su empeño por perdurar. Soberbio y resistente es el grito del miedo anunciando el final y la noche que escupen al cielo tantas chimeneas, los disparos de nieve, el rugido de las bayonetas. Quizá no sea tan frágil tu costumbre de amarme, E fe, tu voz y tu memoria. ¿Sabes?, quizá me equivoqué. Quizá no sea indestructible el trueno del fusil, tanto dolor, la burbuja que encierra este grito y este temor a saberme perdido, a perderte y perder la razón. Yo soy frágil como un cristal si falta usted a esta cita, mi amor, si el canto se llena de olvido, si el recuerdo se va y ya no ríe conmigo. Quizá no seamos héroes pero aún seguimos vivos y en la crisálida su voz estallará. Y no se quedará inmóvil al borde del camino y hará futuro su fuerte fragilidad.